¿Habéis probado alguna vez los financiers?
Si no lo habéis hecho, hoy os dejo la receta para hacerlos caseros. Y no podéis dejar de intentarlo en casa, es una receta sencilla, apta para todos los grados de "cocinillas" y el resultado es magnífico: aroma finísimo, textura aterciopelada y sabor exquisito.
El detalle ideal para agasajar los paladares de vuestros invitados con un café o té, a media tarde ; )
Los financiers son originarios de Francia, y su sabor y textura únicos provienen de sus ingredientes, entre ellos, la almendra - en forma de harina o picadita -, y la mantequilla tostada (beurre noisette).
La beurre noisette (literalmente mantequilla de avellana) se elabora con mantequilla sin sal, de calidad. Se pone en un cazo a fuego muy lento y se deja que se licúe. Al cabo de un rato, los componentes sólidos de la mantequilla (las proteínas) se van al fondo del cazo y se empiezan a tostar, adquiriendo aroma y color a avellana. En ese momento, se saca del fuego y se remueve con cuidado para volver a unir las partes sólidas tostadas con las líquidas (las grasas).
Se obtiene una mantequilla con aroma a avellana y un color tostadito, que en Francia usan mucho como salsa para acompañar carnes de caza, pastas, tortillas... y por supuesto, para elaborar pastelería fina.
Como curiosidad, dicen que el nombre
financiers proviene de la forma de estos pastelillos, ya que tradicionalmente se elaboraban con moldes con forma de lingotes pequeñitos, como los lingotes de oro típicos.
Aquí tenéis el molde tradicional.
Otras teorías dicen que el nombre deriva de lo populares que se hicieron en el distrito financiero de París, en la zona circundante a la Bolsa de París.
Sea como fuere, están para chuparse los dedos, así que sin más vamos a la receta!!