Los panellets son dulces hechos con una masa de almendra molida y patata, o boniato en lugar de patata. Los de boniato quedan más dulces, pero esta vez los hemos hecho de patata que salen ricos, ricos...
El panellet típico es el que veis en la foto como una bolita recubierta de piñones. De unos años a esta parte, se hacen también variantes, con la misma base pero añadiendo café, fresa, chocolate o coco... Resultan más vistosos, más variados, y igualmente deliciosos.
Y vamos con la receta!
Ingredientes:
Masa base:
- 300gr de patata cocida con piel
- 300gr de azúcar
- 300gr de almendra molida
- Ralladura de un limón
Para los de piñones (tradicionales):
- 200gr de piñones
- 1 huevo
Para los de sabores:
- Una cucharadita de café soluble
- Una cucharadita de cacao en polvo
- Una cucharadita de jarabe de fresa
- Algunas almendras enteras sin piel para decorar
Para los de coco:
- 100gr de coco rallado
Primero hacemos la masa base. Para ello, ponemos en un bol las patatas peladas y cocidas, pasadas por un pasapuré. Es importante que las patatas estén cocidas con piel, ya que así no absorberán humedad de más, que podría aguarnos la receta, nunca mejor dicho, jeje.
En el bol donde tenemos las patatas bien trituradas, añadimos el azúcar y la ralladura del limón. En este momento, la masa se queda líquida... ¡no os asustéis! Mezclamos bien y vamos incorporando la almendra molida poco a poco, hasta que tengamos una pasta homogénea con textura que recuerda al mazapán.
Muy importante: dejar reposar la masa hasta el día siguiente. Así obtenemos la textura adecuada, se mezclan bien todos los sabores y coge "cuerpo". Al día siguiente, cogemos el bol y nos liamos a hacer bolitas con las manos. Las podemos ir colocando sobre un papel encerado o de horno.
Luego, batimos un huevo y vamos pasando las bolitas por el huevo y seguidamente las rebozamos de piñones. El huevo hace que los piñones se peguen a la masa y además, ayuda a que en el horno queden doraditos.
Los ponemos en el horno, precalentado a 190º, durante unos 10-15 minutos, hasta que veáis que se doran.
Otra cosa importante: cuando se sacan del horno, debemos dejarlos reposar unos 10 minutos sin tocarlos, en la misma fuente del horno. Si los tocáramos enseguida, se nos romperían, así que los dejamos enfriar un poco para que queden un poco más duritos antes de moverlos.
Vamos a por los de sabores:
Partimos de la misma masa base, reposada toda la noche, y apartamos en varios cuencos, un poco de esta masa para darles el sabor.
A uno de los cuencos - aprox. 200gr de masa base-, le añadimos una cucharadita de café soluble. Mezclamos bien y obtenemos una masa de color marrón que olerá genial a café! En este caso, hacemos las mismas bolitas pero las chafamos poniéndole encima de cada una una almendra entera cruda, que queden achataditas como en la foto, tipo pasta de té.
El tiempo y temperatura del horno es el mismo que el de los panellets tradicionales, y el tiempo de espera también. Una vez fríos, podemos espolvorear por encima un poco de azúcar glass.
De la misma manera, podemos hacer los de chocolate y los de fresa - o cualquier otro sabor que queráis -. Añadimos a 200gr de masa base una cucharadita de cacao soluble, o una cucharadita de jarabe de fresa, o de peppermint, etc.
Los tiempos de horno y temperaturas, los mismos.
Los de coco los hacemos un pelín distintos: ponemos igual cantidad de masa base que coco rallado, por ejemplo 100gr de cada. Mezclamos bien y vamos formando bolitas o, como es más típico aquí, formamos como unas setas invertidas pellizcando de la bolita y estirando hacia arriba.
Los pintamos con yema de huevo batida y al horno!
Como en los otros casos, a 190º de horno, unos 10-15 minutos.
Mi madre hace alguna otra variante interesante.... Esta es la foto que nos ha envíado de los que ha hecho ella este fin de semana.
Ella hace también los de guinda, que son simplemente bolitas de masa base, rebozadas en azúcar (del normal), y "achatados" por media guinda o cereza confitada en almíbar. ¿Los veis en la foto con guindas rojas y verdes?... mmm... deliciosos.
No hace falta que sea el 31 de octubre para disfrutarlos. La verdad es que entre castañas asadas, boniatos al horno, etc... se comen más a gusto un par de días después, con un cafetito en la sobremesa... Si los guardais en recipiente hermético, se conservan perfectamente una semana. ¡A disfrutarlos!
Por cierto... ¿qué dulces típicos hay en vuestra tierra para la festividad de los santos? contadnos!
Tienen una pinta estupenda ,yo solo los probe una vez en Barcelona porque aqui en Asturias no se hacen y no sabia exactamente la receta pero bueno ahora ya no tengo excusa...Besos ESther
ResponderEliminar¡Son uno de los postres favoritos de mi hermana!
ResponderEliminarLo que pasa es que los que se compran en confitería cada vez son de peor calidad, así que ...¡tendré que animarme y preparáselos!
wow tienen una pinta increible y la receta es super sencilla ;) ademas es apta para los celiacos! :)
ResponderEliminarya la probare! :D
Hola guapas!
ResponderEliminarEsther, ahora ya no tienes excusa! jeje
Ya me contarás si los haces. Seguro que gustan a todos en casa.
Sandra, ya ves que es muy sencillo. Mi abuela por no hacerlos los compra a veces en pastelería, pero no tienen nada que ver. No sé porqué en la pastelería los hacen cada vez más resecos y más pequeños. Pero como sabemos todas, lo casero está más rico!
Alexandra, sí, es apta para celíacos, no lleva nada de harina de trigo. Si los pruebas verás que es un sabor parecido al mazapán, por la almendra que llevan (pero no tan empalagoso), y tienen un tamaño ideal para comerselos de un "bocadito", jeje
Un beso!
Eva
Wowww..qué ricos!!!! yo hice éste año poquita cantidad y se acabaron enseguida...me pido uno de cada clase que tienen muy buena pinta...
ResponderEliminarUn saludo!!!
Hola Ana!!!
ResponderEliminarGracias por visitarme! Te mando uno de cada, que están todos riquísimos!
Un abrazo,
Eva