Estuve cocinando con mi hermana, y la "mona" la hicimos este año mezclando el concepto típico de la mona en Catalunya, - o sea, chocolate, bizcocho y como decoración, huevos y "plumitas" -, con las tartas decoradas americanas que tanto nos gustan - es decir, fondant -.
Yo creo que la fusión no nos salió mal del todo, menos por el pequeño detalle que aprovechamos los dos paquetes de fondant (uno de chocolate negro y el otro de chocolate blanco) que compramos en el stand de Renshaw en Londres para cubrir los bizcochos y al ser de 250gr cada uno, apenas nos llegó para estirarlo y cubrir la tarta, jejejeje (un desastrillo, tuvimos que poner el fondant de choco negro por partes porque era imposible hacerlo de una sin que se nos rompiera de lo fino que lo dejábamos).
Bueno, resumiendo, os cuento que ambos bizcochos eran Victoria Sponge, una receta interesantísima y con historia. Dicen que tiene su origen allà por mediados del siglo XIX, durante el reinado de la Reina Victoria. Una de sus ayudas de cámara, la Duquesa de Bedford, se quejaba siempre a media tarde de que tenía un agujero en el estómago porque la comida de mediodía era muy escasa. La reina dió permiso para que la Duquesa se tomara un tentempié en la recámara (una taza de té con algo dulce para picar) a media tarde, acompañada del resto de ayudas de cámara y asistentas de la Reina.
A este té de las cinco de la tarde se invitaba a amigas y se hizo popular entre las aristócratas de la época. Hasta la Reina Victoria se aficionó, y la simple merendola se acabó convirtiendo en un acto social donde era imprescindible vestir de largo, y donde se servían exquisiteces como pequeños pasteles, dulces de todas clases, pan de mantequilla, etc. A la reina le gustaba especialmente un bizcocho esponjoso que le preparaban cortándolo en dos mitades y rellenándolo con mermelada de frambuesa y nata doble montada (double cream). Se cuenta que cuando su esposo, el Príncipe Alberto, murió en 1861, la Reina se retiró a su residencia en la Isla de Wight, y fue allí donde bautizaron al pastel con su nombre.
En realidad, el nombre de Victoria Sandwich se refiere a la preparación rellena con mermelada y nata, como un sandwich entre dos capas de bizcocho, aunque luego se popularizó el nombre de Victoria Sponge Cake para referirse al bizcocho base de esta tarta.
Victoria Sponge Cake
(receta del libro Mrs. Beeton's Cookery and Household Management, de 1874, extraída de la web www.whatscookingamerica.net ) <---- Esto es conservar la tradición!!!! ji ji
Ingredientes:
- 4 huevos
- el peso de los huevos en azúcar
- el peso de los huevos en harina
- el peso de los huevos en mantequilla a temperatura ambiente
- 1/4 de cucharada de sal
Se bate la mantequilla con el azúcar durante 10 minutos, si se hace a mano, o 5 minutos, si se hace con batidora eléctrica, hasta que quede esponjosa y haya blanqueado. Se añade a la preparación los 4 huevos, batidos ligeramente, y una vez incorporados, se añade la harina y la sal.
Precalentamos el horno a 170º y cocemos el bizcocho durante unos 35-40 minutos.
Nosotras tuvimos el pequeño sólo unos 25 minutos, se coció muy rápido (el método de insertar un pincho y ver si sale seco no falla!).
El relleno lo hicimos de ganaché de chocolate blanco, os cuento cómo:
Ganaché de chocolate blanco
Ingredientes:
- 250gr de nata líquida (35% materia grasa, la de montar)
- 250gr de chocolate blanco de cobertura o alguno de calidad
Calentamos el chocolate blanco despedazado en el micro, a intervalos de unos 20-30 segundos, para evitar que se queme. En cuanto esté derretido, mezclamos con la nata líquida hasta obtener una pasta homogénea y lo dejamos enfríar un poquito (se puede meter a la nevera unos minutos).
Una vez frío, lo semi-montamos con batidora de varillas o a mano. No hay que montarlo del todo como si fuera nata montada, hay que conseguir que siga siendo una crema pero esponjosita. Una delicia....
Y el resto del montaje, coser y cantar: forrar con fondant, colocar conejitos y adornos varios de chocolate, mazapán... y las plumitas, que si no las ponemos, mi madre no se cree que es una mona, jejejejee
Estaba bueníiiiiisima!
Y con el fondant de chocolate blanco que nos sobró - del negro no sobró ni una gota!! -, aproveché para decorar las magdalenas que había hecho para Pascua, cuya masa era también hecha de unos "restos" de masa que me sobraron del pastel que os presentaré mañana y que hice para el cumple de mi suegra.
La masa, húmeda, densa y deliciosamente chocolateada, una receta de María Bracero que compartió hace poco con las amigas de Facebook (gracias María!), y la decoración, tiritas de fondant haciendo un cordón que nos sirvió en esta ocasión para simular un nido que protegía los huevitos de chocolate. Bien fácil y deliciosísimo para desayunar (cayeron en dos bocados, para que nos vamos a engañar... jeje)
Os transcribo aquí la receta de María, tal cual nos la compartió, y con su permiso os recomiendo que la hagáis. Es fabulosaaaaa!
"Es un bizcocho húmedo y buenísimo para tornear porque es muy compacto pero no queda mazacote como el MSC (que a mi personalmente no me gusta demasiado), y al cortarlo no se desmigaja.
Bizcocho de chocolate húmedo
350 gramos chocolate negro troceado
225 gramos mantequilla
600 ml agua
3 huevos
400 gramos azúcar
400 gramos harina leudante (bizcochona o similar)
Preparación
Precalentamos el horno a 170º
En un cazo, calentar a fuego lento el agua, la mantequilla y el chocolate. Remover hasta que se deshaga, quitar del fuego y dejar templar.
Mientras tanto, forramos un molde con papel de hornear para que cuando empiece a subir lo haga de forma regular (no suba más por el centro que por los lados y quede como una magdalena gigante jeje) y sea más fácil desmoldarlo
En un bol, batir ligeramente los huevos e ir añadiendo gradualmente a la mezcla anterior. Echar el azúcar y mezclar, después agregar la harina y continuar batiendo hasta conseguir una mezcla suave.
Poner en el molde y hornear aproximadamente 45 minutos.
Sale una tarta bastante grande... para un molde de 24 cm queda de unos 5 cm de alta. Esta vez la tuve en el horno hora y cuarto, si usáis un molde más grande o la dividís en varios pequeños la tendréis menos tiempo.
Dura un mes en la nevera envuelta en papel albal y dentro de una bolsa de congelar. Las veces que la he hecho para casa, ha estado una semana en el frigo y el último trozo estaba como el primer día.
Si quereis ver un corte, lo tenéis aquí:
mmmm que rico,ademas que te ha quedado preciosa,magnifica, de verdad a mi personalmente me ha encantado,el fondant creo que nos pierde a toodas jaja ,un beso
ResponderEliminarPreciosos!! me encanta la decoración que has puesto!
ResponderEliminar¡Y yo a dieta!
ResponderEliminarEn cuanto me permita un capricho será un bizcocho de los tuyos.
Un beso muy grande
Pero qué bonitos! Me encanta todo, sobretodo los cupcakes!
ResponderEliminarUn besote enorme
Cómo me gustaría llegar a hacer algún día estas cosas tan bonitas que preparas, me encanta cada publicación.
ResponderEliminarBesitos.
Ay que cosas mas ricas y mas bonitassssss!!!
ResponderEliminarUn beso
Qué mona tan chula!! En Castellón la tenemos mucho más sencilla, es de panquemao y se decora con un huevo duro pintado y frutas confitadas :-)
ResponderEliminarLos cupcakes tienen una pinta deliciosa, se ven tan elegantes!!
bessisss
Eva!! Me parece increíble que coincidieras con Maibe!! Qué ilusión cuando leí tu comentario!! :) Increíble como nos acerca esta blogosfera...!! Besos fuertes, y desde hoy cuéntame como tu seguidora!!
ResponderEliminarHola Eva, me encanta tu blog de los buenos super útil como tienen que ser...
ResponderEliminartengo un regalito para ti en mi blog. besitos y gracias por el trabajo.
http://horneandodeseos.blogspot.com/2011/04/acabamos-de-abrir-y-un-premio.html
Que chulo todo y seguro que riquisimo! Las cápsulas de los cupcakes son preciosas!
ResponderEliminarQué mona os quedó la mona! jajaja. Esa fusión ha quedado muy bien y la combinación de colores queda perfecta. ¿Hay mucha diferencia en el sabor de los dos tipos de fondant? Nosotras de momento hemos probado el americano, el de nubes y el de sabor a vainilla.
ResponderEliminarInteresantísima la historia sobre el Victoria sponge cake.
Y los cupcakes también muy originales.
Un beso!